Existen tres fases fundamentales sobre las que se cimienta todo proyecto de gran envergadura. En la primera, la ingeniería se hace cargo de diseñar y dar forma a una realidad futura que, en una segunda fase, la construcción y el desarrollo de las instalaciones completará. Una vez tenemos nuestro proyecto en pie, llega la tercera fase, tan o más importante que las anteriores ya que de ella dependerán su correcta funcionalidad y su perdurabilidad en el tiempo. Se trata, obviamente, del mantenimiento.
En Estel ponemos a su servicio nuestra división dedicada exclusivamente al mantenimiento de instalaciones. A través de un magnífico equipo multidisciplinar, nos encargamos de garantizar el correcto funcionamiento de su instalación así como de subsanar con velocidad y eficacia cualquier posible contratiempo.
Para ello, mantenemos dos principales líneas de operaciones en este ámbito, cada una de ellas con su propia infraestructura en recursos y capital humano. La primera es un Servicio de Atención Técnica de primer nivel que ofrece teléfonos de asistencia específicos para cada delegación activos 24 al día todos los días del año. La segunda, el Servicio de mantenimiento Integral, se encarga de actividades como la conservación de edificios, la operación diaria, el mantenimiento preventivo de alta y baja tensión, la climatización, la calefacción y los sistemas de seguridad y contra incendios.
Creemos que tras realizar una gran inversión en el desarrollo y puesta en marcha de un proyecto, el disponer de un mantenimiento excelente debe convertirse en la piedra angular del presente y futuro del mismo. Por ello, porque somos expertos en instalaciones, también somos expertos en el mantenimiento de las mismas. Y ello supone una garantía de tranquilidad para nuestros clientes.